El Primer Año: La Importancia de un Plan de Enseñanza
El primer año de una plantación de iglesia es un tiempo de grandes desafíos y oportunidades. Es un período en el que se establecen las bases doctrinales, relacionales y ministeriales que marcarán la identidad de la iglesia por años. Para los plantadores de iglesias reformadas comprometidos con la centralidad de la Palabra de Dios, el desarrollo de un plan de enseñanza robusto para el grupo núcleo es esencial. Este artículo explorará por qué este plan es vital y qué aspectos deberían priorizarse durante este primer año.
¿Por Qué es Importante un Plan de Enseñanza?
1. Establecer la Identidad Doctrinal
Una iglesia plantada sin fundamentos doctrinales sólidos corre el riesgo de desviarse con el tiempo. El grupo núcleo, formado por los primeros miembros comprometidos, necesita comprender y abrazar las doctrinas fundamentales de la fe reformada. Esto no solo protege la pureza doctrinal, sino que también equipa a los miembros para defender la fe (Judas 1:3).
2. Formar Discípulos Maduros
Antes de alcanzar a nuevos creyentes, es crucial que los líderes y miembros del grupo núcleo sean discipulados. Esto asegura que la iglesia esté compuesta por seguidores de Cristo capaces de discipular a otros (Mateo 28:19-20).
3. Desarrollar un Modelo de Ministerio Bíblico
La enseñanza inicial debe moldear cómo la iglesia entiende el liderazgo, la adoración, la evangelización y el servicio. Esto evita la tentación de imitar modelos ajenos a las Escrituras y mantiene a la iglesia centrada en los principios bíblicos.
¿Qué Enseñar Durante el Primer Año?
Un enfoque estructurado basado en las Escrituras puede dividirse en tres áreas principales: fundamentos doctrinales, práctica cristiana y misión. Esto para nada es algo exhaustivo sino que un ejemplo entre muchos que podamos ofrecer.
1. Fundamentos Doctrinales
• Soberanía de Dios y la Gloria de Cristo: Establecer una visión alta de Dios y un entendimiento claro de Su obra redentora (Efesios 1:3-14).
• La Autoridad de las Escrituras: Enfatizar la suficiencia, inerrancia y autoridad de la Biblia como la regla suprema de fe y práctica (2 Timoteo 3:16-17).
• Doctrinas de la Gracia: Asegurarse de que el grupo núcleo entienda y abrace la soteriología reformada.
2. Disciplines espirituales
• Vida de Oración y Comunión: Enseñar sobre la importancia de la oración corporativa y personal
• Adoración Centrada en el Evangelio: Instruir sobre la adoración que exalta a Cristo y es conforme a las Escrituras
• Meditación en la palabra: Motivar a meditar y estudiar la escrituras libro por libro, donde sea una inmersión en la Palabra hasta leerla completa.
3. Misión y Evangelización
• La Gran Comisión: Enfocar al grupo núcleo en la misión de hacer discípulos de todas las naciones y la importancia de la plantación de iglesias para que esto sera algo en el ADN De la Iglesia.
• La Comunidad como Campo de Misión: Animar al grupo núcleo a ver sus contextos locales como lugares donde proclamar el evangelio (Hechos 1:8).
• Plantación de Iglesias para la Gloria de Dios: Enseñar la importancia de reproducir iglesias saludables como parte de la misión global de Cristo.
Consejos Prácticos para Implementar el Plan
Usar un Currículo Basado en la Biblia
Utiliza un plan estructurado que guíe las enseñanzas con fidelidad bíblica. Recursos como el Catecismo de Heidelberg o la Confesión de Fe de Westminster pueden ser útiles para cimentar las doctrinas reformadas.
Fomentar la Participación Activa
Involucra al grupo núcleo en discusiones, proyectos de servicio y momentos de reflexión. Esto fortalecerá la comunidad y la aplicabilidad de las enseñanzas.
Evaluar y Reafirmar
Regularmente, evalúa el progreso espiritual del grupo y refuerza las áreas que requieran mayor claridad o aplicación práctica.
Conclusión
Un plan de enseñanza sólido durante el primer año de la plantación de una iglesia es crucial para establecer una base bíblica y doctrinal duradera. Al priorizar los fundamentos de la fe, la práctica cristiana y la misión, el grupo núcleo estará preparado para enfrentar los desafíos del ministerio y glorificar a Dios en la edificación de Su iglesia. En Acts 29, recordamos que las iglesias plantan iglesias, y la fidelidad a las Escrituras en este proceso es la clave para una plantación saludable y fructífera.